Las Fuerzas Aéreas dispone de cinco aviones Falcon en el desempeño de sus actividades. Son aviones con tres motores con una autonomía de vuelo de 8 horas. Así, cada vez que cubren grandes distancias, como cruzar el Atlántico rumbo a América, se planifican paradas estratégicas para el repostaje, pues su consumo y su mantenimiento no es barato, con el consiguiente impacto medioambiental. Estos han consumido 17 millones de euros en combustible desde marzo de 2021, emitiendo 55.500 toneladas de dióxido de carbono.
Hay que recordar que a bordo de los aviones Falcon del Ejército del Aire se traslada principalmente, a miembros del Gobierno o de la Casa Real, y en ocasiones puntuales a altos mandos militares. Pero es Pedro Sánchez el presidente del Gobierno quien más los utiliza. Entre los viajes más polémicos están los trayectos en los que Pedro Sánchez ha hecho coincidir un acto como presidente del Gobierno con mítines del PSOE. Cada hora de vuelo sale por casi 6.000 euros entre mantenimiento, salarios y combustibles.
El impacto medioambiental del uso de estos aparatos queda patente en falcondespega.es, una web pulcramente elaborada, «neutral» y sin intencionalidad política, que recoge todos los viajes de los aviones VIP del Gobierno desde el 1 de marzo de 2021. La web muestra un total de 3.132 vuelos de los cinco aviones Dassault Falcon 900, dos Airbus A310 y dos Airbus A330 que han sido monitorizados durante los últimos dos años.
Es decir, se han realizado cuatro trayectos al día de media en las 790 jornadas contabilizadas. Las Islas Canarias y Andalucía han sido los destinos nacionales preferentes de la flota VIP del Estado. Hasta en 126 ocasiones han aterrizado en las islas y en 109 en alguna de las provincias andaluzas. Mientras, el podio de los destinos internacionales lo ocupan Bélgica -86 vuelos-, Portugal -51- y Francia -43-. Estados Unidos es el cuarto país donde más aterrizajes hicieron los Falcon y los Airbus en estos dos años. Ahí es nada.
