A pesar de la victoria de Xavier Triasen Barcelona, los partidos independentistas de Catalunya, han quedado mermados. La ‘guerra civil’ que mantienen entre ellos acabará por traer repercusiones, si es que aún tienen tiempo y bajan el orgullo. Pero puede ser peor, porque la vuelta del españolismo conservador asoma de nuevo en el escenario político. Por sorpresa, pero asoma.
Por ejemplo, las municipales han dejado al PSC como ganador en votos, a Junts como partido que ha ganado en más municipios, incluida la capital Barcelona, y a ERC como el partido que acumula más concejales. Pero cada uno por su lado, lo cual lleva a no descartar pactos a la vieja usanza. Una alianza para ir todos juntos a las generales de julio sería bien recibida.
Las cifras no tapan un dibujo evidente de lo ocurrido en el mapa de los 947 municipios catalanes. Y esto es que, el PSC no ha perdido estas elecciones en Catalunya, pero el independentismo si que ha recibido un fuerte revés que traerá más pronto que tarde consecuencias y sus secuelas.
Si el independentismo había sido fuerte en los últimos años era por la unión de todos los partidos soberanistas que ejercían su política desde Catalunya. Cosa que ahora no sucede. Nadie debe dudar ya que esa guerra civil interna con los duros ataques entre Junts y ERC que llevaron incluso a la ruptura del Govern de la Generalitat no facilita las cosas. Veremos si se reflexiona…