El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha intentado blanquear todo lo que le ha pasado en Catalunya con su partido. El líder de la formación hostigadora del 155, propone un cambio “tranquilo y sereno” a los catalanes que comparten el “hartazgo” hacia el Gobierno de Pedro Sánchez y “los problemas de los políticos” que protagonizan el debate público, y ha asumido como un “error” del PP en el pasado considerar la cuestión catalana como un “problema crónico”.
En la tercera y última jornada de la Reunió Anual del Cercle de Economia en Barcelona, Feijóo, dos días después de las elecciones municipales y a mes y medio de las generales, ha celebrado la “recuperación indiscutible” de su partido en Catalunya, donde el 28 de mayo ha registrado un “esperanzado crecimiento”, triplicando representación y sumando 145.000 votos con relación a 2019.
Unos resultados con los que no se ha dado por “satisfecho”, puesto que no quiere que el PP sea “testimonial o una minoría influyente” en Catalunya, sino “un partido de gobierno que conecte con buena parte de la sociedad catalana”.
“Si la mayoría de los ciudadanos quiere, vamos a abrir una nueva etapa política española. Quiero que Catalunya sea clave en ello y que los intereses de la mayoría de catalanes sean intereses prioritarios del Gobierno de España”, ha asegurado.
Así, ha evitado cualquier referencia explícita al proceso independentista y ha reivindicado ser “el partido de la política útil”, aquel que quiere “volver a una política que supere la división y el enfrentamiento en bloques, colectivos y territorios”.
“Ocurren cosas muy importantes, pero no es España, es una parte de España”, ha recalcado, antes de remarcar que “el gallego y el catalán son lenguas españolas” y recordar que él se expresaba habitualmente en gallego siendo presidente de Galicia.
Feijóo ha sostenido que su partido ha cometido “un error” al tratar esta cuestión como “un tema que no se podía abordar” y, por tanto, como “un problema crónico desde el punto de vista político”. “Eso es un error. Catalunya es un motor básico de nuestro país: si Catalunya no va bien, España no va bien, y viceversa”, ha dicho.
En cuanto a la financiación autonómica, ha recordado que el actual sistema se pactó con el tripartito liderado por los socialistas en Catalunya y ha defendido que es una cuestión que se debe tratar con “honestidad”.