El partido socialista cambiará el diseño de campaña para las elecciones generales del próximo 23 de julio. Si la estrategia elegida para esta contienda electoral ya suponía un giro de 180 grados con respecto al 28-M, la planificación prevista por Ferraz altera de manera evidente el peso protagonista que tradicionalmente vienen teniendo los mítines en todos los partidos.
No habrá actos a diario, según fuentes del partido, con la pretensión de priorizar solo concentraciones masivas propagandísticas (muy de la ultraderecha). La máxima es «menos y más grandes», que se complementará con la pretensión de «más debates» en televisión. Más audiovisuales registrados para llegar a la ciudadanía con las nuevas plataformas y tecnologías y menos presencia física. Vamos lo que hacen los jóvenes en sus relaciones, y casi todos, hoy en día.
O sea, Sánchez aumentará su presencia en medios de comunicación de aquí a las elecciones generales. En el PSOE barajan también un uso mucho más activo de las redes sociales. Ya en los últimos tiempos desde Moncloa han introducido píldoras de vídeo con visitas del presidente a determinados lugares o encuentros con jóvenes o pensionistas.
Está por ver hasta dónde llega la innovación en la que trabaja el PSOE. Sobre la mesa está también la posibilidad de realizar conversaciones temáticas en formato audiovisual sobre asuntos concretos. Los responsables comunicativos de la campaña electoral se guardan alguna sorpresa en este sentido. Como las estrellas musicales, conciertos multitudinarios en ciudades top y presencias personales en poblaciones menores las justas. Nuevos tiempos para los problemas de siempre…
