Una vez más Ada Colau esta rodeada de polémica con signos de escándalo por haber tomado una decisión de gran envergadura sin haber consultado a las bases de su formación política, y traspasar el poder de la alcaldía en el ayuntamiento de Barcelona al PSC con el apoyo del PP y Vox.
Ada Colau creó un movimiento a medida que surgió diciendo que todo lo decidían las bases y a medida que consolidaba el poder fue desviando el objetivo inicial, la transparencia de la que hicieron bandera ha caído en decadencia. En los primeros tiempos quedaba clave la reducción de sueldos de los cargos electos, después toda la información ha sido caótica.
Según el código ético, los mandatos quedan reducidos a dos legislaturas salvo en circunstancias muy especiales, y Ada Colau aprovechó la deriva en transparencia para volver a encabezar la candidatura de los comunes.
Evitar consultar las bases con la excusa de la prisa demuestra la deriva de este movimiento
Según el artículo 13.4 que hace referencia a las funciones del máximo órgano entre congresos del partido, “El Comú” según el apartado de sus estatutos son contundentes:
El Común debe ser consultado con carácter preceptivo para las siguientes decisiones relevantes para BComú: «Aprobar o rechazar pactos con otras fuerzas políticas». Pero hay más incumplimientos de los estatutos de Barcelona en Comú.
Según los mismos estatutos es el plenario de los comunes quienes tenía que aprobar la decisión municipal del pasado sábado, según dice el artículo 14.4 en su apartado a dice;
“Validar las grandes decisiones políticas y las líneas estratégicas de BComú, tanto en el ámbito de la acción político-organizativa como en el de la acción de gobierno, en el marco de los principios, objetivos y prácticas que rigen la organización.” Ahí es nada.
Estatutos de BComú:
