El posible regreso a Catalunya del president en el exilio Carles Puigdemont, algo difícil llegado el caso por la rabía que tiene el estado español contra su persona, depende del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE). El órgano dictará el próximo miércoles dos sentencias que serán de máxima importancia para marcar los siguientes pasos del president en territorio de la UE. El Supremo y el juez Pablo Llarena ya esperan para reactivar la petición de extradición del president en caso negativo.
La Justicia europea fallará sobre si debe mantener o perder su inmunidad, que atesora ahora como eurodiputado y decidirá sobre la demanda que presentó en contra de la decisión del Parlamento Europeo de conceder al instructor del Procés el suplicatorio para proceder en su contra y en la del resto de exiliados y sobre la decisión del Parlamento Europeo de retirar a todos de forma provisional la especial protección. De la decisión final dependerá si la recupera de forma total y definitiva.
El entorno del expresident viene alentando desde hace meses la posibilidad de que la sentencia del TGUE abra la puerta al retorno a Catalunya este mismo año. Más allá de las expectativas, la decisión final recae sobre Puigdemont y sus circunstancias personales. El president ya sabe lo que es pisar la cárcel, pasó 12 días en la prisión alemana de Neumünster, pero hasta ahora ha salido airoso de todos los intentos del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena de traerle a España esposado.
Aunque es conocida la inquina de España a Puigdemont, por lo que es muy difícil que una sentencia del TGUE imponga a una autoridad de un estado miembro un veto tan concreto como el arresto de un ciudadano en cuyo país pesa una orden de detención. En otras palabras, es improbable que los jueces europeos prohíban al juez Llarena detener a Puigdemont si vuelve a España.
Saber si Puigdemont puede mantener la inmunidad sí es importante de cara a su eventual extradición, toda vez que este derecho es el principal escudo del expresident contra su entrega a España. Perder la inmunidad no equivale a una extradición automática (Bélgica deberá volver a analizarla en cualquier caso), pero sí supone quedarse sin una protección clave.
A día de hoy, Puigdemont, Comín y Ponsatí tienen inmunidad porque así lo estableció el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de forma cautelar. En cualquier caso, el fallo de este miércoles del TGUE no es definitivo y se puede recurrir ante el TJUE.
