La respuesta del Tribunal Constitucional a la agenda del Gobierno de Pedro Sánchez y el futuro de Carles Puigdemont, que mira de reojo la opción de una amnistía, protagonizarán un nuevo curso judicial, entre otros temas.
Este jueves echará a andar el año judicial en un acto presidido por el rey, Felipe VI, y en el que habrá que estar pendientes del futuro de Carles Puigdemont, cuyo horizonte procesal puede despejarse de una vez por todas, a no muy largo plazo.
La Justicia europea tiene que pronunciarse sobre su recurso para restablecer su inmunidad como europarlamentario, retirada por el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) en julio, una decisión a la que no quita ojo el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para reactivar las euroórdenes contra él y el exconseller Antoni Comín.
Otra cita importante será el 17 de noviembre en el Tribunal de Cuentas, donde se celebrará el juicio a una treintena de exaltos cargos de la Generalitat, incluido Puigdemont, por el supuesto desvío de dinero público al Procés de 2017 y a su promoción exterior.
Y, entretanto, en la esfera política gana protagonismo una hipotética ley de amnistía, cuyo contenido y aplicación está condicionado a las conversaciones de los socios del Gobierno en funciones con ERC y Junts, pero también a la interpretación del juez Llarena, llegado el caso.
Hay que recordar que hace justo un año, el bloqueo político en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que en diciembre cumple cinco años en funciones, acaparaba todos los focos del año judicial.